Entradas escritas por Iban Manzano
¡Sigue en directo los Oscar!

06.01 Hollywood mira al cine independiente en los Oscar 2010 y deja al Rey del Mundo sin coronar. Un placer haber compartido esta noche con vosotros. ¡Nos vemos en los cines!

06.01 Hollywood mira al cine independiente en los Oscar 2010 y deja al Rey del Mundo sin coronar. Un placer haber compartido esta noche con vosotros. ¡Nos vemos en los cines!

Era inevitable. Notas de Cine (el que esperamos que sea, no admitimos otra, tu blog de cine, el BLOG de cine) te hará compañía en el evento cinematográfico del año, esto es, los Oscar 2010. Más en una edición tan morbosa como esta, la primera en mucho, mucho tiempo que presenta diez candidatas luchando por ser la mejor cinta del año. Y es que el tema parece más abierto que nunca, ¿quién ganará la pelea conyugal, James Cameron o su ex mujer, Kathryn Bigelow?, ¿Se impondrá Malditos Bastardos gracias al voto preferencial?, ¿Sandra Bullock denigrará el Oscar con su victoria?, ¿Le arrebatará El secreto de sus ojos el, cada vez menos, cantado galardón a La cinta blanca? Pues todo esto tendrá respuesta mañana. Y nosotros te la contaremos por partida doble, aquí mismo en Notas de Cine y en nuestro Twitter.
Hay una imagen que me fascina del cine de Werner Herzog presente en Fitzcarraldo, la del protagonista intentando que un barco cruce una montaña… literalmente. Su filmografía es un poema a lo imposible. Hay muchas imágenes que me fascinan del universo David Lynch, aunque generalmente por algo distinto, como por ejemplo su febril capacidad para arrastrarme al lado oscuro, para mostrarme el reverso sombrío de digamos un pueblecito rural llamado Twin Peaks.
Absolutamente interesante, también inquietante, resulta la noticia de que sus 2 cerebros van a sincronizarse, a funcionar al mismo compás. David Lynch producirá My Son, My Son, What Have You Done?, curioso título para la historia –al parecer real- de un joven que en un ataque de enajenación asesinó a su progenitora. Dirige Herzog
No sólo de listas oficiales, o de las de críticos de pedigrí como Roger Ebert, vive uno. No, también Stephen King, como todo mortal, tiene sus favoritos. Y la verdad es que coinciden bastantes títulos con la del American Film Institute.
Coincide, por ejemplo, el puesto número 1, El Caballero Oscuro. “Es la mejor película de superhéroes” apostilla el escritor. También la presencia de Slumdog Millonaire, fenómeno crítico de la temporada, que se coloca segunda, seguida por Wall-E. Según King la primera hora de esta película es “un poema sin palabras”. El 4º y el 5º puesto son más curiosos, la paródica Tropic Thunder y la mimética, Funny Games, el remake que Michael Haneke se ha practicado a sí mismo.
La llamada galaxia HBO procuró además de la vanagloriada Los Soprano, otro producto que en el fondo era muy similar, trasladaba parte de la lógica del mundo concebido por David Chase al Sacro Imperio Romano. Roma era esencialmente una serie que funcionaba como antídoto para aquellos que sufrían urticaria ante un libro de Historia y que además presentaba a través del backstage de la época, una ilustración de intrigas palaciegas, engaños y traiciones múltiples.
Sólo duró 2 temporadas. La primera, contando la ascensión de Julio César al poder y su posterior caída en trágica y shakesperiana muerte. La segunda, ilustraba los años posteriores con los enfrentamientos familiares por el control de Roma. Recuerdo como lo mejor de la serie la creación del personaje de Marco Antonio, crápula vividor, amante vespertino, seductor entregado, que funcionaba como espina dorsal de la producción, al final el poder se dirime siempre en lo venéreo.
Baz Luhrmann cultiva un tipo de cine mainstream bastante peculiar, irremediablemente (post)moderno, como gran artificiero de nuestro siglo, junta, superpone, mezcla y remezcla todo tipo de referentes, sonidos, épocas, géneros y estilos, esbozando la poética de un Fellini new millennium. Los denominados puristas -aburridos y cansinos diría él-, no suelen comulgar con su pirotecnia. Moulin Rouge fue un éxito, sí. Pero ni arrasó en taquilla, ni llevó a la crítica unánimemente de la mano, aunque despertara pasiones absolutas en algunos sectores, reinventara el musical y lograra 8 candidaturas a los Oscar.
Así que el relativo fracaso de Australia habrá que medirlo con calma. Con todo, los resultados que ha obtenido en el box office americano y en la prensa especializada son bastante peores que los de su anterior trabajo. Nuestro compañero Antonio Gandiaga ilustrará mañana como fue el asunto de las recaudaciones este fin de semana, pero Australia, con presupuesto de más de 150 millones de dólares, se ha pegado un batacazo. Y, cuidado, puede ser el primer bluff de la temporada.
Capaz de encontrar la traducción audiovisual a la literatura de Borges variante Robison Crusoe (Lost), como de escribir en imágenes el alma conspiranoide de nuestro tiempo a través del folletín familiar de espías (Alias), o de rodar la más infravalorada, pero estimulante entrega de una de las sagas más taquilleras de nuestra historia reciente (Misión Imposible III), J.J. Abrams, al que se le conocen pocos resbalones, también podría articular con éxito el reseteo de la saga más freak del cine, que incluso posee término propio para definir a sus fans, los trekkies
Star Trek es un antecedente a Perdidos, inauguró una manera de (re)leer un producto televisivo que, en el caso de la serie del vuelo 815, se multiplicó con un culto de nivel mundial. Así que no es tan sorprendente que este tipo que declara no haber sido nunca demasiado fan de la serie -Quién lo diría con su aspecto- dirija ahora la puesta a cero de la franquicia. Su Star Trek narra los primeros días de Kirk y Spock, como si la película, al estilo de su serie de náufragos, fuera un longevo flashback de 2 horas que indague en lo que hay en la tramoya de toda la mitología que le conocemos a las aventuras de la Enterprise.
Mientras James Bond arrasa en las taquillas de medio mundo, a nadie se le escapa que la renacida franquicia se siente empequeñecido al lado de otro héroe de iniciales idénticas. Y si no fuera porque Daniel Craig es un tipo de carisma animal tan avasallador que compensa la tibieza de los largometrajes que protagoniza, estaríamos hablando de películas fallidas. Y es que el equilibrio es difícil. Bond como lo que era no tiene cabida en nuestra época, machista, violento e implacable, pero como lo que ahora es, atormentado y despojado de sus señas, entra en conflicto con el verdadero Bond. Hemos cambiado el Martini por una cerveza de barril. Por cierto, hablaba de Jason Bourne.
Volviendo a lo que íbamos. Universal se hace con los derechos del personaje de Ludlum para siempre. Recordemos que en 2010 llegará el 4º Bourne, ya sin sustrato literario, aunque con todos los actantes, Paul Greengrass y Matt Damon, en la producción. La compañía se escuda para seguir la saga en que hasta el momento lo han hecho muy bien. Por eso mismo, deberían dejarlo aquí.
Entre los mejores momentos que me ha brindado la obra de Akira Kurosawa, recuerdo con inusual cariño el descubrimiento El infierno del odio. Entonces este servidor estaba poco ducho en materia de cine y sólo conocía del maestro nipón sus obras más emblemáticas, esto es, Los 7 samurais o Yojimbo.
El infierno del odio, encontrada de casualidad en la 2 a alguna hora intempestiva, se sumó rápidamente al ritual que me lleva ocasionalmente a reencontrarme con aquellas joyas, que considero que más allá de si son más o menos redondas, contienen atisbos de verdad que las hacen incontestables. En este caso la dolorosa claustrofobia de este thriller agonizante que encuentra escaso parangón en nuestros días. Sólo me atrevería a citar el caso de Memories of a murder –y, en menor medida, la dupla Zodiac-Seven de Fincher-, como ejemplo de referente reciente que pudiera batirse sobre la arena del género con ella.
Reconozco que el trailer de Aparecidos contiene un placer añadido y para nada inconfesable, ver sufrir a tipos y tipas tan irritantes como Fernando Tejero, Kira Miró o Manuela Velasco. A esta última ya le hizo pasarlas canutas Jaume Balagueró en REC, en lo que a mi me recordaba a lo que le tocó sufrir a la pobre –lo escasamente poco polisémico que resulta este término en ella- Paris Hilton en La casa de cera. Está bien. Velasco es mejor que Hilton, pero ambas merecen pasar un mal rato.
REC, o su promoción, es el modelo en el que, de hecho, se basa este trailer. Si Jaume Balagueró remitió al rostro de los espectadores que contemplan sus películas, para sintetizar así lo terrorífico de su particular experimento, Paco Cabezas, apadrinado por Balagueró, hace lo propio con su Aparecidos, versión star system, nacional, es decir, casposo.