Elefante blanco es el regreso del cine argentino de la mano de quien es su máximo estandarte, el actor Ricardo Darín. En esta ocasión, Darín se ha vuelto a aliar con el director Pablo Trapero, el bonaerense autor de la negrísima ‘Carancho’, para un filme centrado en la amistad de dos curas, Julián y Gerónimo, que en uno de los barrios más difíciles de la capital luchan para desarrollar su labor social. En el proceso trabarán junto a una mujer, Luciana (Martina Gusman, esposa de Trapero y también co protagonista de ‘Carancho’), y la oposición de las autoridades eclesiásticas y políticas de Buenos Aires.
Elefante blanco, que se estrena el próximo 25 de mayo en nuestro país, está co protagonizada por el belga Jéremie Rennier, habitual de las películas de los hermanos Dardenne, quizá la pareja de directores más reputados en la órbita crítica y festivalera que existe actualmente. La película parece un paso más en la carrera de su director Pablo Trapero a la hora de retratar uno de los males congénitos del sistema social argentino, la corrupción (en todos los órdenes, ya sea religioso como el político) y la pobreza que ello acaba acarreando. Trapero es responsable también del guión de la cinta, escrito junto a sus colaboradores habituales Mitre & Mauregui & Fadel, y ya sabemos que junto a la veracidad de los guiones, los actores argentinos suelen ser los responsables de la calidad del cine de ese país.
Por no mencionar, por supuesto, que la película parece una ocasión de oro para ver vestir sotana a Ricardo Darín, un actor todo-terreno que se desenvuelve igual de bien en la comedia que en el drama. El rodaje de Elefante Blanco tuvo lugar en Perú y Argentina, y tuvo un presupuesto de 3,5 millones de euros. La película se plantea el tema social y deriva hacia cuestiones religiosas y de fe.
